domingo, 2 de mayo de 2010

Nuestra historia multiautor. Versión corregida y final.

Era un día normal, bueno, parecía un día normal. Llovía copiosamente, casi podría decirse que llovía a cántaros. Las gotas encharcaban las calles de Vigo..
En ese momento un meteorito tan grande como Galicia se dirigía directamente al centro de Vigo. Al mismo tiempo en un observatorio astronómico el señor Pedro Santamaria Montezumo estaba comiendo su bocadillo. Era una noche muy tranquila, había demasiada calma... En una mirada por el telescopio le cayó el bocadillo y dijo:"Dios mio... pero las gotas lo sabían mucho antes... Ahora la gente de Vigo ya no existe. Solo un chico fue encontrado. Se llama Stefan. El fue a la playa para buscar más gente. Pero no veía a nadie. ¡Pobre Stefan! Luego cuando Stefan estaba tocado su guitarra en Samil, el vió una borracha, una chica guapa que dormía en la playa bajo el sol. El fue junto a la chica que tenía una quemadura solar masiva y le dijo: - "Somos las últimas personas en Galicia, ¿qué hacemos ahora?"... Stefan pensó un ratito y luego le contestó... "es probable que necesitemos repoblar el planeta, creo que es lo más importante, pero primero es obligatorio que hagamos... tapas de chorizo porque tengo una ganas locas de comer salchicha y después podríamos nadar hasta las Islas Cíes para que nosotros podamos... encontrar pescados para comer con las tapas y después podríams hacer una hoguera para que podamos pasar toda la noche intentando hacer lo que deberíamos haber hecho desde el momento en que estábamos tocando la guitarra en la playa que era... Repoblar el planeta… Entonces, con una sonrisa imprimida en la cara, Stefan se acercó a la última mujer de la tierra. Pensó que aunque no le gustara, ella no habría podido decirle no. Las miradas de los últimos seres humanos se cruzaron y justo cuando un mágico sentimiento estaba naciendo entre ellos, de repente escucharon claramente un ruido que venía de atrás… Era él, Pedro Santamaria Montezumo, aún vivo a pesar del meteorito. Al frente de un equipo de caracoles despiadados, P. S. Montezumo quería aprovecharse de la última mujer para perpetuar la gloriosa dinastía Montezumo. Pero no podía imaginar que Stefan… De repente, el despertador de Stefan sonó. ¡A Stefan le dolía la cabeza! Estaba solo en su cama con un montón de botellas vacías. Su móvil sonaba, llamaban, era su madre que quería saber cómo iban sus estudios. Al mismo tiempo sonaba una canción de Pedro Santamaria Montezumo en la radio ... Stefan se sentía muy raro y estuvo pensando sobre su sueño... "Quizás no fuera un sueño, quizas fuese realidad…" Entonces, Stefan se levantó de pronto y fue a la cuidad a ver si sus compañeros erasmus vivían por lo menos. Él fue a la playa y encontró a todos sus amigos. Afortunadamente todo estaba bien. Ellos cantaban, hacía sol y lo pasaban bomba. Pero, de repente...Stefan vio a la chica de su sueño durmiendo en la playa con sus manos cubiertas de arena. La chica se despertó y le miró...estaban pensando lo mismo, sus ojos contaron toda la historia, por un lado, el miedo y la excitación pero por otro lado ¡el amor! Entonces la chica se levantó, cogió su mano y ambos empezaron a correr... ... Stefan y la chica corrieron desde la playa de Samil hasta el centro de Vigo. Todos los amigos de Stefan se quedaron en la playa y se extrañaron pensando que a dónde irían los dos. Por fin, Stefan y la chica pararon delante del Bar Brazil y Stefan dijo: Yo tengo hambre, ¡vamos a comer tapas de chorizo! ... Ambos entraron en el bar Brazil, pero en el bar, solo había una reunión de Al Quaeda. Osama no estaba porque ya no es el líder de la organización terrorista. Ahora es un imitador de Elvis. Juntos cantan la adaptación erasmus de 'Imagine', toman un montón de cervezas y el dueño les invita a unos chorizos (aunque son musulmanes). Stefan y la chica toman parte de la fiesta y luego el imitador de Elvis da un concierto. Cuando todos salen de Brazil...RING… RING… suena un teléfono… ¡será posible! – Piensa Stefan…- “¡Esto debe ser una broma! – Sí, hola chicos… sí, hoy voy a ir a la playa… si ya sé que estoy negro… sí, me llevaré la crema… va… hasta luego…” Stefan después de colgar se quedó pensando entre dubitativo y atónito: ¡qué sueño tan raro! tengo que dejar el alcohol…

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